Sin fecha de caducidad

A veces la muerte circula en mi sangre, cada vez que recuerdo que solo voy a vivir un instante, un momento, en esta tierra que me tragara en sus entrañas, para vomitarme; como comida para gusanos, un futuro muerto para una esperma que quiso triunfar, si no es una forma de desquitarme de las escupidas de los que me critican, sino es el sentimiento de un cuerpo sin fecha de caducidad, es el sentir de Deysi Molina que relata su historia, que comenzó con los golpes de su padrastro en honduras, cogió sus tiliches y salió por la puerta que se caía pues el adobe no dejaba que se sostuviera.

Buscando un mejor futuro para los yunaderstais busco refugio en muchos lugares desde los parques hasta las puertas de las iglesias, para Deysi, la vida no es  fácil por ser niña a sus 16 años ya a vía pasado por todos los prostíbulos callejeros de su amada honduras, ya que para comer su mamá la vendió repetidas veces y justificaba, que porque a vía nacido niña si fuera varoncito ya estuviera trabajando con sus hermanos en el monte.

Ya sus 17 años cansada ya de vagabundear con solvente en las manos metidas en las calles, decide ir por más  libertad, esta libertad que le da: celular, comida, casa y todo lo que ella quería embarca a Guatemala donde yo la conozco, en un lugar muy conocido en Guatemala llamado la línea.    

En la línea un lugar donde llegan todas las mujeres de paso a lo que mi mente remite por que los hombres también no están de paso y venden sus cuerpos con ellas ahí, ella me comento que su vida no había sido  fácil y que todo era parte de ese sentimiento llamado: odio por ser mujer.

Porque desde que soy mujer he estado en las manos de los hombres, en sus deseos, ella me contaba toda su historia que me hiso llorar varias veces y abrazarla fuerte mente, yo sumido en la historia mientras ella sacaba excremento y orines, de ella misma, que tenía en su cuarto que se lo alquilaban a Q60.00 el día, y cobra Q30.00 por servicios sexuales, ya para llegar a 18 años solo contestaba su celular a su mamá diciéndole que ya mero iba llegar a Tapachula, donde ella esperaba venderse más para llegar así a estados unidos.

Desde que nací, nací maldita pues mi cuerpo, mi vagina, han sido de los puercos que pagaron por mí, desde que nací, nací mujer para los que me usan de forma que unos miserables centavos pagaron por mí, le pregunto y los baños donde están  por que tiene que hacer tus necesidades aquí,  pues tengo que hacer todo en este bote porque, solo hay baños a unas 5 cuadras en el parque colón,  cobran Q2.00 por hacer popo y Q1.00 para hacer pipí, y para ir al baño solo los barones tienen ese privilegio, en la línea  donde están las cámaras de vigilancia están los meaderos.

 

Deysi no tenia en la línea zona 1 un cuarto fijo aun, no avía quedado con los que alquilan los cuartos ya que se fugó del ultimo prostíbulo del trébol, donde dice ella que no solo era prostituta sino era concubina de los que el jefe del lugar le digieran, ahí ganaba unos Q2000.00 por el mes y por eso se salió con lo poco que tenia de dinero, con mucho miedo me conto que ella llego ahí porque le dijeron que iba hacer un trabajo honrado, ya está cansada de vender su cuerpo.

Me pidió prestado Q50.00 para un cuarto y ella iba a ver como conseguía los otros Q10.00 al paso de los días un diciembre 2016,  cuando todos ya estamos listos para esas fechas hermosas en las que todos compartimos entre hermanos y familiares, Deysi me llama agradeciéndome como la ayude y que algún día si no se moría en el camino a estados unidos me devolvería los Q50.00 ya que se tuvo que ir por que una  mara, le estaba pidiendo dinero o que sostuviera relaciones sexuales entre varios, sexo o muerte.

 

 Que me deja esta historia que ser mujer en Guatemala  y centro américa  es un delito, porque hay que sobrevivir de la forma que fuera y que las mujeres no tienen ningún derecho en sí, sino sos de clase media o alta,  que vergüenza  para un país que su nombre es femenino, Guatemala, que vergüenza que las autoridades del país solo se rascan las pansas engordando sus cuentas de ahorro mientras niñas son vendidas por su cuerpo, por unas migajas, por nada.

 
Guatemala 1/9

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